Bradley Wiggins, leyenda del ciclismo: "Acabé esnifando cocaína sobre el oro olímpico que tanto me había costado conseguir"

Bradley Wiggins, ganador del Tour de Francia y leyenda del ciclismo británico, ha publicado The Chain, una autobiografía en la que se sincera sobre los episodios más duros de su vida, ligada durante muchos años al consumo de cocaína, los abusos sexuales...
El exciclista, que tiene en su palmarés ocho medallas en Juegos, reconoce con dureza: "Llegué a odiar mis medallas. Un día acabé esnifando cocaína sobre el oro olímpico que tanto me había costado conseguir".
Además, desvela la difícil adolescencia que vivió atormentado por unos abusos sexuales que sufrió entre los 13 y los 16 años por parte de su entrenador, Stan Knight. "Fue el primer adulto que me hizo sentir que valía algo, aunque también fue quien me robó la inocencia", asegura.
Aunque recibió esos malos tratos de Knigth, que murió en 2003, también lo considera clave en su éxito profesional: "La confianza que me dio fue también lo que me llevó a lo más alto. Es difícil de aceptar, pero sin él quizá nunca habría llegado tan lejos".
Otra persona con la que sufrió mucho fue su padre, Gary Wiggings, también exprofesional del ciclismo y alcohólico que abandonó a su familia y murió en extrañas circunstancias en 2008 en Australia.
"Fue un asesinato, no tengo dudas. Y, aunque suene terrible, sentí alivio. Fue como liberarme. Aun así, sigue siendo mi héroe. Estoy hecho de él, para bien o para mal", relata Bradley.
Sobre episodios de su carrera como ciclista, Wiggins trata su enemistad con Dave Brailsford, exdirector de Team Sky, equipo con el que conquistó el Tour en 2012.
"Pensé que éramos como hermanos, pero me di cuenta de que era prescindible. Cuando más necesitaba apoyo, me dejaron solo", lamenta el medallista olímpico.
En el Sky también vivió otro momento polémico cuando durante el Tour de 2011 se desataron las sospechas de dopaje tras el misterioso paquete que recibió el equipo, un episodio que él considera como "una bala usada para acabar conmigo".
Todos estos episodios que comparte en su autobiografía ya lo considera pasado y celebra su momento actual. "Todo se ha resuelto. Estoy en un buen lugar. Los responsables de mis caídas están pagando su precio, y yo, por fin, estoy en pie", asegura.
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